Artículo colectivo
Primera persona tabasqueña con identidad no binaria reconocida en su acta de nacimiento
Por Ana Karen Cámara Palomeque
El 11 de Enero del 2023 se dio a conocer la noticia de la primera persona tabasqueña no binaria reconocida en su acta de nacimiento, asentado así un hecho histórico en el estado de Tabasco, en el cual se constató por primera vez en la entidad y por segunda vez en México, el registro de una persona no Binaria en el registro civil.
Este suceso importante sirve para el reconocimiento de la identidad y sobre todo el libre desarrollo de la misma; inició con un amparo en agosto del 2022 y es ahora que en enero del 2023 se pudo obtener este documento. Después de tanta espera, Emiliano Citlali puede sentir plenitud en el reconocimiento de sus derechos, es por ello que esto significa un gran avance para seguir validando los derechos humanos de la comunidad LGBTQ+ .
La noticia puede consultarse en este enlace
Esta noticia causó revuelo en redes sociales, porque mucha gente aún cree que solo existen dos géneros. Así que a continuación se exponen investigaciones sobre el tema y aclaraciones conceptuales.
Precisiones teóricas sobre el género
Por Carlos Baltazar Montiel Toscano, Frida Monterrosas Guillen y Mateo de Jesús Audelín Mayo Gómez
El binarismo se refiere a la clasificación del género en solo dos categorías: hombre o mujer. El sistema sexo-género binario fue instaurado en Occidente por la iglesia. En el modelo de la religión judeocristiana, Dios creó “varón y mujer”. A partir de estas explicaciones religiosas se legitimó el binarismo. Sin embargo, sexo biológico y género no son lo mismo. Las ciencias sociales y médicas han descubierto que son categorías diferentes.
El género es, de acuerdo con varias teóricas (Rubin, 1973; Butler, 1990; Lamas, 2002) la dimensión cultural y simbólica de las diferencias jerárquicas entre los sexos, es decir, la socialización y la culturalización de las diferencias biológicas de la especie humana ¿Cómo surge el género? El término género ha existido por cientos de años (Lamas,2002), pero las connotaciones, las problematizaciones del género en el siglo XX han cambiado.
El primer teórico del género es John Money, quien distinguió entre sexo y género derivado de sus investigaciones. El sexo es el aspecto biológico y el género el aspecto cultural y social (2020). Hay distintas percepciones con respecto a lo que es el género, un concepto de éste es el enmarcado aquí anteriormente, otro es el que Foucault establece.
De acuerdo con Foucault el género se definiría como “El conjunto de efectos producidos en los cuerpos, los comportamientos y las relaciones sociales […] por el despliegue de una política compleja” (Lauretis, 1982). Estas definiciones nos ubican en lo que conformará nuestro debate con respecto al género. Ahora, retomando al género como una construcción socio-cultural y una representación, también hay otra perspectiva desde la cual se puede definir al género, el género puede ser asumido como un estatus y un rol dentro de una sociedad en específico (Linton; Bohannan; Glazer, 1997), esto acentúa la clasificación jerárquica entre los géneros.
*Irónicamente ahora es más fácil cambiar mediante operación y tratamiento hormonal el físico y el sexo de una persona, lo cual además está permitido legalmente en algunos países (por ejemplo un hombre que quiera cambiar de sexo e identidad se somete a tratamiento hormonal y operación de genitales). Sin embargo, suele ser más difícil cambiar las ideas y los pensamientos prescritos acerca de las mujeres y los hombres (OVSG,2010,p.11 ).
Fuente: Observatorio de Violencia Social y de Género de la Ciudad de Puebla (OVSG-Puebla-UIAP) Programa de Género y VIH del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ (IDHIE-SJ) Universidad Iberoamericana Puebla, 2010, Cuaderno 1: Género y Violencia.
El género está conformado por las orientaciones sexuales, las identidades de género y las expresiones de género. La orientación sexual es definida por el CONAPRED (2016) como la:
“capacidad de cada persona de sentir atracción erótica afectiva por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género o de una identidad de género, así como la capacidad de mantener relaciones íntimas y sexuales con estas personas”
Así, la identidad de género es definida por el mismo autor como
“Vivencia interna e individual del género, tal como cada persona la siente, misma que puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Incluye la vivencia personal del cuerpo, que podría o no involucrar la modificación de la apariencia o funcionalidad corporal a través de tratamientos farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que la misma sea libremente escogida. También incluye otras expresiones de género como la vestimenta, el modo de hablar y los modales. Se desarrolla, por lo general, entre los 18 meses y los tres años de edad.”
Teniendo esto como un marco en el cual guiarse al momento de hablar del género, cabe resaltar la importancia que sostiene esta información cuando se argumenta de esta dimensión de la identidad humana.
El género es una construcción socio-cultural, que varía de sociedad en sociedad. Aunque para la sociedad occidental y la religión judeocristiana solo existen dos, hombre y mujer, hay otras sociedades que desde antaño han considerado un amplio espectro de la identidad de género. De acuerdo con la socióloga Águeda Gómez, existen varias sociedades con otros géneros, tales como “Los xanith de Omán; los hijras, koti, panti, aravani, zenana jogin y siva-sati de la India; los bakla filipinos; los mahu en Polinesia y Australia; los sarombay de la República Malgache, en Madagascar; los nawikis de la sierra Tarahumara, en México; los paleiros de Timor; los omeguid o wigunduguid entre los kunas de Panamá; o las vírgenes juradas o burnesha de Albania".
Aquí en México existen identidades transbinarias, como en la cultura zapoteca, que reconocen al “muxe” y la “nguiu’” como parte del espectro de la identidad. Dentro de otras culturas y cosmovisiones existen sistemas sexo-género más allá del binarismo. El sexo es biológico, pero el género es cultural y social. Y forma parte fundamental en la identidad.
El modelo binario es limitante, y aunque sea el modelo hegemónico, no quiere decir que sea el único que existe. Existen identidades más allá de estas categorías: las identidades no binarias. Tales como:
Género fluido: persona que no se identifica con una categoría del género, sino que fluye entre ellas.
Ágenero: persona que no se siente identificada con ninguno de los géneros existentes.
Bigénero: persona que se puede identificar dentro del género masculino y femenino.
Pangénero: persona que se identifica con muchos géneros.
Para más información sobre identidades no binarias, puede consultar este enlace
Tanto el sexo como el género son categorías, una categoría consta de límites que permiten agrupar los comportamientos, roles, etc. que se pueden llevar a cabo y que son consideradas como normales, sin embargo, dichos límites son imaginarios, es decir, no existen per se (por sí solos), son creados por las personas. La creación de límites y categorías tienen dos funciones principales, la de clasificar y dar sentido. La primera permite jerarquizar a las, los y les sujetas/os/es, dentro del sistema del Estado-Nación esto sirve para determinar el tipo de ciudadano que se es y los derechos y obligaciones que posee, supuestamente. La segunda nos permite que como seres humanos tengamos sentido de certeza, por ello, cuando se empieza a hablar de personas no binarias, personas transgenero, u otras identidades no hegemónicas, se obtienen respuestas violentas o degradantes. Pues muestra que los límites imaginarios que se colocan socialmente son eso, imaginarios. El identificar que las categorías y los límites son imaginarios nos llevan a comprender que estos no son estáticos y pueden cambiar. Se necesita reconocer ante el Estado a las diferentes identidades de género para que se pueda llevar a cabo una modificación a las leyes y que por lo tanto se les otorgue derechos que les permita desarrollar su persona de manera libre.
Derecho al libre desarrollo de la personalidad.
Por Sylvia Aylin Olvera Pérez
Lejos de ser un tema en “boga”; hablar de sexualidad e identidad de género representa ya, un logro para nuestra sociedad en el esplendor del postmodernismo. Esta apuesta por la diversidad, deja atrás la exclusión, la discriminación social y abre el panorama para el reconocimiento, y más aún, el respeto de los derechos de los grupos “diferentes”, las minorías y su representación en el aparato del Estado.
La aceptación y comprensión del término, así como los alcances de la libertad sexual y la autodeterminación u auto-identificación del género y su desarrollo en el tejido social, era y aún representa un reto de adaptación a nivel cultural.
Esta transición al progreso de la igualdad colectiva ha sido la odisea para algunas generaciones educadas en el conservadurismo, y es en razón de lo mismo que el derecho mexicano demoró tanto – en comparación con otras partes del mundo– en madurar o emitir sus posturas interpretativas o positivas al respecto.
Hoy en día, nuestro Máximo Tribunal Constitucional; la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de precedentes resultado de la necesidad humana y social imperante del reconocimiento a sus derechos fundamentales, ya se ha pronunciado al respecto.
“(...) La identidad de género parte únicamente de la autodeterminación de cada persona y es un elemento integral de los derechos al libre desarrollo de la personalidad y a la privacidad. En estos términos, tratándose de seres humanos que se autodeterminan, el Poder Judicial sólo puede reconocer y dar fe de tal identificación sin exigir mayor formalidad probatoria sobre esta afirmación.”
Tesis [A]:1a.II/2021 (11a.) Semanario Judicial de la Federación. Novena época, Tomo II, noviembre de 2021, página 1601. Reg. digital 2023819.
De igual manera puntualiza:
(...) la dignidad humana derivan, entre otros derechos personalísimos, el de todo individuo a elegir en forma libre y autónoma su proyecto de vida, concluyendo que el libre desarrollo de la personalidad comprende aspectos integrantes de la forma en la que una persona desea proyectarse y vivir su vida y que, por tanto, sólo a ella corresponde decidir autónomamente; esas expresiones, entre otras, son las de procrear hijos y cuántos, o bien, decidir no tenerlos y de escoger su profesión o actividad laboral.
Tesis [A]: I.16o.T.70 L (10a.) Semanario Judicial de la Federación. Novena época, Tomo XXX, diciembre de 2009, página 7, Reg. digital 165822.
El alcance de nuestros derechos fundamentales como lo son: la identidad, la libertad, la igualdad y la privacidad convergen en esta apreciación de derecho denominada “libre desarrollo de la personalidad” y se cumple en la facultad humana y diversa, que permite a los individuos, entre otras palabras, decidir a título propio y por su única voluntad; manera de ser, de vivir, de denominarse, de proyectarse, etc., en las formas y maneras que estime más conveniente y acorde a sus convicciones y plan de vida. El Estado está obligado a reconocerlo en su diversidad y a legitimarlo como miembro de la sociedad. Entendiéndose así, que deben existir condiciones adecuadas y necesarias para que cada uno de los individuos tengan el mismo acceso a la práctica de sus todos derechos, y al parecer México cada vez trabaja más en alcanzar esos objetivos.
Si bien es cierto, que ya es un paso agigantado que la SCJN discuta a los derechos de género y los adopte y los incluya en una doctrina de carácter inclusivo, aún hay mucho camino por recorrer, el aparato de gobierno necesita regular y legislar con una sola visión: las realidades sociales mexicanas y a partir de ello encaminar al resto de los individuos a un estado de derecho eficaz, que concientice y enseñe a los nuestros, que el respeto es una labor y una obligación que nos corresponde a todos.
Opinión
Por Arturo Alejandro Mandujano Alvarez
El día 11 de Enero del 2023 se dio un hecho histórico en el estado de Tabasco, en el cual se hizo por primera vez en el estado y por segunda vez en México, el registro de una persona no Binaria en el registro civil.
Este hecho ha permitido a Emiliano Citlali tener una nueva vida acorde a su expresión de género, no sólo de manera física, sino de manera legal. Esto también es algo de aplaudir, ya que permite que cada vez más personas puedan buscar y lograr el cambio que necesitan en sus vidas.
Sin embargo al momento de leer los comentarios a las publicaciones compartidas por medios de comunicación en sus cuentas de Facebook, se ha podido constatar que la población aún no tiene el nivel de educación y empatía para entender la situación, ya que la mayoría de estos comentarios son chistes o burlas tanto hacia la persona que logró legalizar su reconocimiento a la identidad, como al hecho propio de que las autoridades hayan otorgado este servicio a la persona en cuestión.
En este caso lo que creo es que podemos no estar de acuerdo con las decisiones de los demás, podemos no estar de acuerdo en un principio con la expresión de género de otros, pero lo que no podemos hacer es no tener empatía y respetar a los demás. Hay que aceptar que las personas únicamente buscan una manera de expresarse, de ser tal y como ellos se sienten plenos, y eso no queda a juicio nuestro, queda que cada una de las personas pueda decidir libremente sobre la expresión de género que le haga sentirse plena.
Creo en resumen, que como sociedad tenemos muchas cosas que cambiar y sobre todo mucho que aprender. En la historia el binarismo ha existido y en ocasiones se ha normalizado, hay que comprender esta parte para no llegar a señalar o enjuiciar a las personas por cuestiones que no deberían preocuparnos, mientras haya respeto de todos, no hay nada que reclamar, pero sí mucho que aprender.
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